Tenejapa, es uno de los pueblos originarios de los Altos de Chiapas, un lugar donde aún prevalece el arraigo hacia los rituales, de una conexión profunda con sus ancestros, en fusión con la visión occidental, el sincretismo. Por ello sus ceremonias y ofrendas aún tienen destellos de los antepasados, las abuelas y los abuelos de la gran civilización maya.
Uno de los rituales en donde existe una serie de actividades, que dura 13 días es el ‘carnaval’, que en la lengua maya tseltal se escribe Tajimal k’in y se interpreta como ‘La fiesta del sol’. Cada año cambia la fecha con referencia al calendario gregoriano, porque en Tenejapa, se usa el calendario maya que tiene 18 meses, cada mes se integra de 20 días.
Durante 13 días del último mes, se celebra este ritual que tiene varias vertientes, como la ceremonia de ofrenda al sol, que se representa con un toro o vaca de petate, es uno de los personajes importantes de esta celebración, por ello, es también uno de los cargos de mucho respeto, así como los ‘sacerdotes mayas’ o los guiadores denominados jnail, en la antigüedad siempre eran cuatro personas mayores que sabían los cantos para comunicarse con los guardianes y guardianas, otros cargos que tienen una función de mucha importancia son los músicos, una persona que toca el tambor, otra que toca la flauta y otra que toca la trompeta, existen además dos personajes que son como los bufones, van tarareando constantemente la melodía de la flauta, imitando el ritmo de forma melancólica, en tseltal se les llama Alosil, una suerte de cantores o anunciadores.
Los personajes que evidencian este ritual son los denominados alféreces, capitanes, los bankilal, quiénes dominan en número toda la festividad y son representados por nueve personas principales, a los cuales se les asignan un número consecutivo que va del uno al nueve como hermanos mayores (Primer Bankilal, Segundo Bankilal, Tercer Bankilal…).
Estos últimos personajes son acompañados por una mujer, que generalmente son sus esposas, pero en ciertos casos, como los niños, deberán ser acompañados por su madre, su tía, su hermana o alguna otra persona que se sepa el canto de protección y de presentación del cargo, sin ese respaldo por parte de una mujer, el hombre o niño no podrá participar en el ritual de la Fiesta del sol.
Existen tres grupos, el grupo que representa la vaca, el grupo que representa el toro y el grupo que representa los seres del inframundo, cada grupo se anuncia ante el Santo entierro, jManojel quién representa al Sol en esta fiesta.
El primer día se presentan las banderas en el templo de San Ildefonso, previamente, cada participante prepara su bandera que consta de una tela roja con bordes en color verde que va atada a un palo de isbon, en la lengua tseltal se le llama si’ban.
Todo sucede en la ritualidad, cuando terminan este acto, se juntan todos en la casa del hermano mayor, en la casa del personaje principal Bankilal, en donde esperan a los demás para después dirigirse todos al templo y presentar las banderas, así comienza el primer día del carnaval, del Tajimal K’in, la fiesta del sol.
Posteriormente ocurren actividades similares, pero el lunes, que es el segundo día, se ponen a armar el toro y la vaca de petate, cada uno elaborado por un grupo diferente en sus respectivos espacios, en la casa de sus Hermanos Mayores, Bankilal.
El encargado de ejecutar la danza de la Vaca, se dirige al templo a presentarse ante el Santo entierro, jManojel, para que después de eso, salga al atrio en donde ya lo esperan todos los del grupo junto con los músicos y comienza a danzar al ritmo del tambor, la flauta y la trompeta.
En ese momento, se comparten la bebida entre todos los participantes, es un aguardiente a base de caña y maíz denominado Pox, que traducido al castellano significa medicina o remedio.
Después de esta danza, pasan a cada una de las casas de los alféreces para que la vaca o en toro siga danzando hasta donde les dé el atardecer y continuar al día siguiente, para resguardar la vaca de petate, se hace un ritual de recibimiento en la casa del Bankilal, con una vela, copal y sal, que se lo ponen en frente para su protección.
Este es uno de los días principales del carnaval, los demás, son el día jueves que es donde hacen una especie de corrida en el centro ceremonial San Sebastián, allí los participantes se visten con un traje rojo adornado de cascabeles y un bastón que figurará como el caballo, en tseltal se le llama kuchoji’bal, también en este momento, las mujeres acompañan en este ritual llevando otra bebida que tiene como ingrediente salvado de trigo fermentado, piloncillo y agua, llamado Chi’lja’, en castellano Chicha.
Cuando finalizan esta ceremonia, nuevamente pasan a la casa de cada participante para rezar ante una especie de altar que construyen especialmente para este día, también aquí se comparten atole, y es por ello que se le llama Uch’ ul, el día de beber atole.
El viernes, en el caso del grupo de la vaca de petate, se reúnen en la casa principal para preparar el chilacayote en dulce, las mujeres de los nueve personajes principales realizan esta actividad, junto con los músicos.
Mientras esto ocurre, el grupo del toro de petate, realizan el ritual de la corrida, también en el centro ceremonial de San Sebastián.
Al día siguiente, sábado, el primer grupo, es decir, el grupo de la vaca de petate, nuevamente se concentrará en el centro ceremonial de San Sebastián para realizar la ceremonia del chilacayote en dulce, se comparten este alimento entre las y los participantes como un acto ritual, a este día se le denomina lo’ mayil, en castellano Comer el chilacayote en dulce, también se le llama Uch’ ch’ich’el wax, que significa beber la sangre del gato montés, que en realidad es compartir la bebida del Pox entre todos y todas.
A la mitad de este ritual, salen a escena los del tercer grupo, que son los seres del inframundo, personas que van disfrazadas con máscaras de diferentes personajes, van danzando al ritmo del violín y del guitarrón, son personajes que constantemente hacen bromas y albures, se reúnen en el centro ceremonial y generalmente son invitados a las casas en dónde quieren ver el acto, la danza, las risas, las bromas.
Así, el pequeño valle de Tenejapa se llena de risas, de bromas, el eco desde las montañas que rodean el pueblo, de la flauta, la trompeta y el tambor.
Llega el día miércoles, un día especial, porque realizan el ritual de la siembra, un ritual muy solemne, pero al mismo tiempo, de alegría, pues hacen una representación de cómo se siembra, el proceso de selección de la semilla, el permiso a los guardianes, el canto a la tierra, la representación de los sembradores, de los animales que se roban las semillas, de los cazadores.
Esto se hace en un ritual, con respeto, con Pox, con cantos, con música de flauta y tambor, solemnidad y alegría.
Este mismo acto se repite al día siguiente, el jueves de carnaval, en el centro ceremonial principal, en la plaza central del pueblo, con la única diferencia de que, al finalizar, se dirigen frente al templo de San Ildefonso para hacer la danza, el cierre del carnaval.
El viernes, es el último día de esta ofrenda, de la fiesta del sol, y se termina con el sacrificio de la vaca y el toro de petate.
Cada grupo sale a las calles del pueblo con lazos, gritos y bromas, mientras que en la casa principal se escucha la música tradicional con arpa, violín y guitarra, esperando a la vaca o al toro, según sea el caso para el sacrificio.
En esta actividad, el personaje principal, la vaca o el toro son capturados, y con cierto protocolo es llevado a la casa principal para colocarlo frente a una mesa en donde se hace de forma figurativa el sacrificio, vierten Pox en una vasija simulando ser la sangre, que es bebido y compartido por todos los presentes, se siente una atmósfera de melancolía, algunas personas lloran, algunas personas danzan al ritmo de la música, aquí finaliza el Tajimal k’in, La Fiesta del Sol, el carnaval.